La vida y la lucha de César Chávez

Platica con César Chávez que tuvo lugar en el salón del Sindicato de Electricistas de El Paso, Texas, en marzo de 1993, un mes antes de su fallecimiento.
Platica con César Chávez que tuvo lugar en el salón del Sindicato de Electricistas de El Paso, Texas, en marzo de 1993, un mes antes de su fallecimiento.
Carlos Marentes

Recientemente se ha estrenado en los Estados Unidos y en México el esperado film de Diego Luna sobre el líder campesino César Chávez. La cinta, como es natural en toda producción tipo Hollywood, ha despertado inquietud y preocupación por la adulteración de hechos y de fechas y la omisión de datos y personajes relevantes. Se trata de una película, coproducida por Televisa por cierto, que mezcla realidad con hechos ficticios y que por lo tanto no busca seriamente educar a las nuevas generaciones que no saben mucho de César Chávez, sobre su vida, sus motivos, el significado de su lucha y su importancia histórica.

Lamentablemente, con esta película se ha perdido una oportunidad de remediar la ignorancia pública sobre César Chávez. Y es que es tal el desconocimiento general sobre Chávez, que hasta la popular revista Proceso (No. 1951, 23 de marzo de 2014, p. 71), en su reseña de la película comete un error garrafal al identificar equivocadamente a Dolores Huerta como su esposa. Por tal motivo me permito hacer un breve resumen biográfico que espero que ayude un poco a motivar a las nuevas generaciones a tratar de saber más sobre César Chávez, sobre su lucha y sobre su legado.


I

César Chávez, uno de los más reconocidos organizadores de jornaleros agrícolas en la historia de Estados Unidos, nació el 31 de marzo de 1927 en una pequeña granja familiar cerca de Yuma, Arizona. Sus padres fueron Librado Chávez y Juana Estrada, cuyos padres por su parte habían emigrado de Chihuahua tratando de escapar de la violencia de la Revolución Mexicana. César fue el segundo de cinco hijos: Rita, Richard, Librado y Eduviges.

La familia Chávez vivió una vida humilde trabajando muy duro en la pequeña granja que sin embargo le proporcionaba lo suficiente para satisfacer sus necesidades básicas. Sin embargo, durante la gran depresión de los años 30 la familia Chávez perdió su granja ante la insolvencia para pagar el préstamo del banco tal y como ocurrió con muchísimos campesinos de este entonces. La gran depresión trajo una enorme devastación de la agricultura familiar. Entre 1930 y 1934, un millón de familias perdieron sus tierras y así también perdieron su capacidad para producir alimentos para ellos y para poder sobrevivir aunque fuera humildemente. Por otra parte, este declive de la agricultura campesina familiar norteamericana eventualmente benefició el agronegocio de la producción a gran escala como lo conocemos en la actualidad.

La arruinada familia Chávez no tuvo más remedio que unirse a las filas de los trabajadores migrantes desposeídos en busca de empleo en los campos de California. Fue en estos campos donde César experimentó por primera vez las condiciones de opresión y explotación que sufren las familias de migrantes en la agricultura norteamericana.

La familia Chávez trabajó en los campos de California recogiendo frutas y verduras siguiendo las corrientes migratorias de ese tiempo. Aparte de lo duro de este trabajo, los integrantes de la familia Chávez recibieron salarios muy bajos, laboraron bajo las peores condiciones de trabajo y tuvieron que soportar los abusos de los contratistas de mano de obra agrícola. Como salario recibían menos de un dólar por jornadas de 10 a 12 horas de intenso trabajo, pero no tenían otra alternativa para mantenerse.

César y sus hermanos sufrieron en carne propia el racismo institucional que no solamente servía para justificar sus condiciones de explotación sino que también constituía una barrera para acceder a la educación. En realidad el trabajo era tan intenso que no había tiempo para estudiar porque toda la familia tenía que trabajar muy duro para su propia supervivencia. Cansado de la pobreza y de la explotación y la discriminación en los campos agrícolas, en cuanto César Chávez tuvo la edad suficiente para hacerlo, se unió a la marina durante la Segunda Guerra Mundial. Después de regresar de la marina conoció a Helen Fabela, se hicieron novios y se casaron a finales de los 40. César abandonó los campos para trabajar en un almacén de madera en busca de un mejor salario y de mejores condiciones de trabajo. César y Helen vivieron en San José en el barrio llamado “Sal Si Puedes”, donde tuvieron y formaron su familia y donde César encontró la vocación que practicaría hasta el último momento de su vida.

César y Helen tuvieron cinco hijas Linda, Sylvia, Eloise, Anna y Elizabeth y tres hijos, Fernando, Paul y Anthony. Linda que había nacido en 1951, falleció en el año del 2000.

Fue en San José precisamente, en 1952, donde César conoció a Fred Ross, activista que estaba tratando de constituir una organización de servicios comunitarios (CSO). Se hicieron amigos y entonces Fred contrató a César para que le ayudara con los esfuerzos de organización. Fred lo entrenó para que fuera un buen organizador. Fue en el fragor de este trabajo organizativo como conoció de primera mano los problemas más críticos que enfrentan los mexicanos, que en su mayoría eran humildes y oprimidos trabajadores agrícolas migrantes. El desempleo y los abusos laborales eran entre los problemas más sentidos para las familias de trabajadores Agrícolas. Dado que el objetivo principal de las OSC era de hacer frente a las necesidades sociales, César decidió dejar las OSC y se trasladó a Delano con la idea de organizar a los trabajadores agrícolas.

En 1962, César Chávez, junto con Gil Padilla, Manuel Chávez y otros fundaron la Asociación Nacional de Trabajadores Agrícolas (NFWA) para tratar de mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los oprimidos trabajadores agrícolas migrantes y sus familias. César fue elegido presidente de esta nueva organización campesina. Dolores Huerta se uniría dos años después, en 1964.

Este momento lo describe Miriam Pawell en su libro “The Crusades of Cesar Chávez” (Bloomsbury Press, 2014) con un escueto pero muy significante párrafo: “La primera unión de trabajadores agrícolas exitosa fue lanzada en el salón de actos de Fresno el 30 de septiembre de 1962, junto a la leyenda de César Chávez”.

La mayoría de los miembros de la NFWA eran mexicanos. Mientras tanto, unos años antes en los 50, la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, afiliada a la AFL-CIO, había formado en Delano, California, un comité de trabajadores, el Comité Organizador de Trabajadores Agrícolas (AWOC), con el fin de luchar por un salario justo, por mejores condiciones laborales y en contra de los abusos de los codiciosos agricultores de la región. El AWOC que estaba compuesto principalmente por trabajadores agrícolas migrantes filipinos bajo el liderazgo de Larry ltliong, Philip Vera Cruz, Pete Velasco y Benjamín Ginés, así como un considerable grupo de trabajadores mexicanos, inició una huelga el 8 de septiembre de 1965, en los viñedos de Delano. Debido a que este movimiento huelguístico tenía los mismos objetivos de la NFWA; mejores salarios y mejores condiciones de trabajo, la organización de César decidió apoyar formalmente la huelga. La huelga ayudó a que ambas organizaciones vieran la necesidad de un movimiento fuerte y unificado y en 1967 se fusionaron en el Comité Organizador de Trabajadores Agrícolas Unidos (UFWOC) .

La huelga duró cinco años. Los productores se negaron a reconocer al sindicato y a negociar. Durante estos años, los huelguistas sufrieron violencia y represión. Las familias de los huelguistas vivían en dificultades permanentemente y bajo un clima de miedo. Entones, el liderazgo de UFWOC buscó el apoyo del público en general y llamó a un boicot nacional contra la industria de la uva de California. Fue así como finalmente, la determinación y el sacrificio de los huelguistas y de sus familias, junto con el apoyo de millones de personas por todo el país, hicieron que los productores de uva reconocieran al sindicato y se sentaran a negociar una solución a la huelga.

Una vez que la batalla en los campos avanzó, el sindicato trasladó su lucha a la arena política en busca de cambios y políticas públicas favorables al trabajador agrícola. La huelga les había demostrado que también eran necesarios cambios de política, incluyendo un marco jurídico para su lucha ya que los trabajadores agrícolas no tenían derechos de negociación colectiva. Debido a que en 1935 fueron excluidos de la Ley Nacional de Relaciones del Trabajo (NLRA), los trabajadores carecen del derecho legal a organizarse para presionar colectivamente para mejorar sus intereses. También buscaron cambios para humanizar las condiciones de trabajo en los campos, como la abolición del uso del azadón de mango corto («El Cortito»), mejores condiciones de seguridad y salubridad en los campos de trabajo, etc. El sindicato inició varias campañas para presionar a la legislatura estatal en California. Llevaron ha cabo muchas protestas, marchas y acciones de masas. Como resultado de la intensa movilización de los trabajadores, finalmente en 1975, California aprobó la Ley de Relaciones Laborales Agrícolas (ALRA) dando a los trabajadores agrícolas el derecho a la organización sindical y a las negociaciones colectivas.

Debido a que el problema no solamente es la falta de leyes estatales que protejan a los trabajadores agrícolas sino también la proliferación de leyes y regulaciones que protegen los poderosos intereses de la agricultura comercial e industrial, el sindicato también llevó su lucha a los tribunales. Una de estas luchas fue en contra el uso de «El Cortito » en los campos de California.

El sindicato también fue capaz de pasar legislación estableciendo normas de salud y de seguridad en los campos, como el derecho al agua para beber y sanitarios portátiles en los campos de trabajo.

Muchos de los objetivos se lograron pero la lucha no fue fácil. La poderosa industria agrícola de California utilizó innumerables tácticas violentas y represivas en contra del esfuerzo organizativo. Varios trabajadores agrícolas murieron y muchos más resultaron heridos en la lucha. Los campesinos fueron detenidos en muchas ocasiones, encerrados en la cárcel, incluyendo a César Chávez y a otros dirigentes sindicales. Además del uso de matones y esquiroles, los empleadores también utilizan otros sindicatos, como el Sindicato de Camioneros o “Teamsters”, para atacar violentamente al UFWOC y romper huelgas.

César Chávez predicaba el método de la lucha activa de la no violencia siguiendo las ideas tácticas de Gandhi y el Dr. Martin Luther King, Jr. A pesar de que los esfuerzos de organización fueron violentamente reprimidos por los empleadores abusivos y con el apoyo de las autoridades, la respuesta a la violencia de parte de Chávez y de su grupo fue la resistencia activa no violenta acompañada de la desobediencia civil.

Es obvio que igual como ocurre en toda lucha al calor de la pasión, si hubo incidentes de fuerza de parte de algunos de los miembros de la organización dirigida por Chávez. Negarlo sería deshonesto. Especialmente durante las líneas de piqueteo en los campos agrícolas uno que otro esquirol probó los argumentos físicos como recurso extremo de convencimiento para que se unieran al movimiento. Sin embargo, el discurso y la practica de la no violencia activa, no pasiva, siempre fue reconocido como elemento necesario para generar una opinión pública favorable al movimiento.

La táctica más importante dentro de este método fue la huelga de hambre, el concepto del auto sacrificio que es un acto muy profundo y representa no solamente el aspecto místico de la lucha, sino que significa la determinación de sacrificio personal por el bien de la causa por la que él estaba luchando. César hizo varias huelgas de hambre. Su última huelga de hambre duró 36 días, del 16 de julio de al 21 de Agosto de 1988. Hizo tres huelgas de hambre durante su vida. Estas huelgas de hambre sacudieron la conciencia de la nación y trajeron como consecuencia que la opinión pública enfocara su atención en el movimiento campesino. Indudablemente que además tuvieron un efecto personal. Se supone que estas huelgas de hambre minaron su salud y eventualmente tuvieron algo que ver con su muerte.

El 23 de abril de 1993, César Chávez se encontraba en San Luis, Arizona, para asistir a una audiencia judicial sobre una demanda de un poderoso grupo de agricultores en contra de la unión campesina y tal como acostumbraba hacerlo siempre que viajaba, se quedó en la casa de unos amigos. Esa noche se fue a la cama pero ya no despertó. Murió en su sueño. Un libro sobre los aztecas que estaba leyendo, estaba a su lado. El sindicato, producto de su lucha y que dirigió por muchos años organizó un funeral masivo en el que participaron más de 50 mil personas en el lugar llamado “Cuarenta Acres” en Delano, California, donde se encontraba el cuartel general de la UFW.

NOTAS

Se puede encontrar muchísima información y una bibliografía completa en los siguientes enlaces:

http://www.ufw.org/_page.php?menu=research&inc=research_history.html

https://libraries.ucsd.edu/farmworkermovement/

La bibliografía sobre Chávez es muy extensa pero me gustaría recomendar a cualquier persona seriamente interesada en este tema, dos trabajos esenciales que he leído y me han parecido muy buenos, ambos están en inglés por cierto, pero están muy bien escritos y documentados. Estos son:

Trampling out the vintage. Cesar Chavez and the two souls of the United Farm Workers. Frank Bardacke, Verso Books, 2012.

The crusades of Cesar Chavez. A Biography. Miriam Pawel, Bloomsbury Press, 2014.

2 comentarios sobre “La vida y la lucha de César Chávez

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